A la ilusión de la gente por volver a ver a Peñarol se sumaba la expectativa por el regreso oficial de Pacheco. Estaba todo preparado para que fuera una fiesta, porque además el rival, si bien últimamente nos ha costado, no venía bien y no se comparaba con el equipo que armó Peñarol. De hecho hacía más de 30 años que Fénix no nos ganaba. Se les ocurrió hacerlo justo ayer, y de la peor manera para nosotros.
Todo lo bueno que habíamos visto del equipo en los meses que duró la pretemporada, si bien es cierto que no enfrentamos a rivales de lujo, se vino abajo en un minuto, cuando el pequeño gigante cae en el medio de la cancha para no levantarse más. Ese fue sin dudas el punto de giro que tuvo el encuentro.
Los primeros minutos mostraron a un Fénix que quiso sorprender a Peñarol, y con éxito. El desconcierto de Peñarol fue total cuando los jugadores de Fénix presionaban la salida de los aurinegros. Con el paso de los minutos se fue equilibrando la balanza en esa batalla en mitad de cancha, pero un gol de otro partido abrió el marcador para el equipo que oficio de local. El Novick de Fénix le pegó no muy bien, pero la pelota pica frente al nuevo golero de Peñarol que no la puede retener mostrando una muy pobre respuesta y llegaba la primera sorpresa de la jornada.
Afortunadamente ese gol fue una mojada de oreja para nuestros jugadores que al minuto siguiente lo empataron tras jugada del Tony y definición de Zambrana. A partir de ahí Peñarol fue el dueño y señor del encuentro. Minutos más tardes una pelota de Torres que parecía que iría dirigida al arco termina en pies de Zambrana que con otra notable definición pone el 2-1 y la victoria parcial del carbonero. Las cosas ahora estaban en su lugar, Peñarol jugaba cada vez mejor y encima llegó el gol de ÉL...
El Tony la mandó a guardar con su derecha mágica luego de centro atrás de Álvez y de que Olivera la dejara pasar entre sus piernas para dejarlo solo. El festejo más esperado se hacía presente en la tarde fría de domingo, que la hinchada se encargó de calentar a puro canto y grito de gol. El Tony que corre emocionado agarrando la camiseta con ese gesto de amor inigualable y se deja caer frente a la tribuna donde a varios hinchas se nos caía una lágrima de alegría. El Genio de Peñarol había vuelto y ahí estaba una vez más festejando un gol, no cualquiera, el primero desde su regreso, que lo gritó como si fuera el primero de su carrera.
A partir de este momento cúlmine para todos los presentes en el Estadio, todo empezaría a desmoronarse. Porque otra vez Bologna y esta vez también la defensa fallaron en una pelota quieta y Fénix que descontaba. Porque minutos antes del final Pacheco es retirado de la cancha por una fractura de tibia y peroné. Porque en la jugada siguiente con el desconcierto que dejó en Peñarol esa noticia, Fénix iguala el marcador.
Y como hace un técnico para levantar el ánimo del equipo en 15 minutos luego de la montaña rusa de emociones que se vivieron? Es muy difícil. De todas maneras se esperaba más rebeldía de un equipo que presenta a muchos jugadores experientes justamnete para tratar de sortear estos difíciles momentos. Pero fue muy duro el golpe, no se habían llevado al hospital a cualquiera, era el Tony, el Capitán, el alma del equipo.
Y Peñarol se desenchufó, ya no jugó a nada, fue todo desconcierto. Y mucho más del segundo tiempo tampoco puedo opinar porque yo también como otros muchos hinchas nos fuimos del partido aunque siguiéramos ahí.
Fénix llega al cuarto gol y lo que había empezado como un sueño ya era una pesadilla. Al final del encuentro un penal no sancionado para Peñarol y el final del partido, que para muchos había terminado mucho antes...
Por eso no se hasta que punto es reprochable esta derrota después de todo lo que paso. Es cierto que hubo errores del golero y de la defensa que nada tienen que ver con el trágico suceso y que no lo esperábamos de este nuevo Peñarol. Pero me gustaría saber que hubiera pasado si el Tony no se hubiera quebrado. Estoy seguro que hubiera sido todo muy distinto.
Fue un partido de mierda, un debut de mierda, un día de mierda... Ahora solo queda empezar a levantarse, porque este campeonato lo empezamos de lo más profundo del pozo. Estará en el cuerpo técnico y en los refreentes del plantel levantar al equipo.
Porque ahora tienen más que nunca la obligación de ganar este Apertura; por el Club, por ellos, por la hinchada Y POR EL TONY.
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