Cuando se los necesitó, ahi estuvieron, al firme, para enfrentarse a equipos que pelearon con uñas y dientes tanto para zafar del descenso como para pelear por el título uruguayo. Y a pesar de eso, a pesar de que Peñarol ponía juveniles resignando del todo el campeonato uruguayo, ellos pelearon por el orgullo de vestir la camiseta de Peñarol.
Así fue también el Domingo pasado cuando la escuelita necesitaba de un punto para quedarse en primera y se enfrentaba a un cuadro mixto de Peñarol, pero que a pesar de eso peleó por los tres puntos.
El partido fue más entretenido de lo que se esperaba. Racing salió a matar y Peñarol le devolvía los golpes, era un partido de ida y vuelta en el que cualquiera de los arcos se podía derrumbar ante un grito de gol. Pero ese gol no llegó y el ritmo del partido se fue enlenteciendo.
Lo mejor de la primera parte fueron los pases profundo de Pacheco, los desbordes del Lolo y algún intento de Pastorini y Guichón.
El segundo tiempo venía con un cambio para Peñarol, entraba Viega, autor del primer gol ante Central y salía Guichón. Viega ha demostrado ser un jugador interesante, para seguir teniendo en cuenta para un futuro. Si bien en este partido no tuvo muchas chances claras, se las rebusco ne un par de ocasiones para generar peligro al arco del veterano golero de Racing.
El segundo tiempo fue mucho más aburrido que el primero. Los goleros veian más de lejos la pelota aunque Racing amenazaba más la portería de Carini. Y terminaría dando su fruto, ya que al minuto 30 obtrendría lo que sería el gol de la victoria con un remate de adentro del área contra el palo izquierdo del golero que la vio pasar.
Y el partido se fue así sin más. Con alguna chance es cierto para Peñarol de empatar pero muy poco. Se fue el partido y se fue el campeonato para Peñarol que deberá entregar su corona de Campeón Uruguayo, pero que buscará otra mucho más grande y más linda la semana que viene.
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