viernes, 14 de octubre de 2011

Una mirada más de cerca a "Manyas"

En la sala de reuniones de la productora publicitaria Kafka Films, Andrés Benvenuto y Andrés Rubino se sientan junto a Pepe Larriera. Explican que Pepe tiene muchas anécdotas que contar, y es que Manyas, es fundamentalmente una película de anécdotas.

“Las cosas malas pegan cien veces más que las buenas, y hay muchísimas cosas buenas de la hinchada, hacen muchísimas cosas más allá de ver los partidos.” Habla Rubino, productor del largometraje, publicista y sobre todo hincha.

“Acá o nacés futbolista o te dedicás a otra cosa. Yo tengo una agencia de publicidad y siempre he volcado tiempo para hacer cosas por Peñarol. Me fui involucrando hasta que abandoné, si se quiere, mi empresa, para dedicarme a Peñarol full time. De lo que más orgulloso me siento es de cuando hicimos el afiche del Chengue cuando tiró la camiseta que decía ‘ellos la tiran, nosotros la llevamos en el corazón’. Y son esas pequeñas cosas que me motivaban muchísimo.”

Rubino lo deja claro, esta realización se basó en una coordinación peculiar: su actitud como hincha dialogó con las voluntades de Benvenuto como director. “Era una condición, lo primero que hice fue asegurarme que Andrés fuera de Peñarol”.

“Yo te digo que bajé una categoría, yo pensé que era hincha, y no, yo soy simpatizante, por respeto a lo que son los verdaderos hinchas. Un hincha lo lleva en el corazón, de alma, está enfermo ‘de ser Peñarol’ y no se quiere curar, te dicen ‘yo no sé si Peñarol es mi vida o mi vida es Peñarol’, ‘en mi escala de valores primero está Peñarol, después está mi familia’”, cuenta Benvenuto.

Director de Kafka Films, ésta es la primera vez que dirige con interés cinematográfico. “Fue una montaña rusa emocional”, explica. No pudo descuidar los trabajos “que te dan de comer”, la dirección de comerciales, con este proyecto que realizó en co-producción con Barra Amsterdam –barra brava de Peñarol- y que se autofinanció.

“Muchas marcas tenían miedo de las represalias de sus clientes, ese fue el argumento que nos dieron. Marcas que están en la camiseta no apoyaron. Algunas ni siquiera atendieron el teléfono.” Para esta dupla hacer esta película tuvo el mismo esfuerzo que ganar un campeonato internacional.

-Rubino: Creo que tal vez no se haya entendido la importancia que tiene esto. Estamos convencidos, porque ya lo estamos viviendo, que es sacar al hincha de Peñarol para afuera, ya lo piden de Japón, de Europa del este, Fox Sports lo quiere pasar para toda Latinoamérica.

-Benvenuto: En Japón hay un interés brutal por ser fan de un equipo de fútbol, quieren ver cómo se ama de esa manera. Están asombrados de lo que puede generar un cuadro y quieren aprender y hay hasta un interés yo te diría pedagógico. En Europa del este hay todo un interés por el fútbol latinoamericano, una especie de auge. Están muy interesados por ver la película y llevarla a algún festival.”

POR UNA BANDERA. Durante tres días Benvenuto y Rubino registraron la realización de la bandera más grande del mundo. “Llegó un momento que nos juntamos y dijimos ‘¿Por qué no?’: La bandera más grande del mundo hecha por los hinchas sin un peso de sponsoreo, es muy raro, eso está hablando de una hinchada organizada, que trabaja muy bien grupalmente, que mueve decenas de miles de personas, entonces ahí me empiezo a acercar.”

-Existen varias películas sobre fútbol, jugadores, ¿hubo alguna a la que recurriste para plantearte la dirección?

-Yo soy fanático del cine y hace unos años vi una película que se llama Trekis, en Estados Unidos así se les nombra a los seguidores de Star Trek, y eso, sin ser fanático, me parecía que era una película sobre el amor a algo social, que trascendía a la gente. Quise hacer lo mismo con la hinchada de Peñarol. El espíritu de esa película es lo que yo traté de retratar en ésta, obviamente la narración es bien diferente, pero no hay muchas películas de amor que se centren en ese aspecto del fanatismo. La gente de Fox nos decía que no hay antecedentes documentales, “¿y el tema da para un largometraje?” Para que te hagas una idea, la peli dura una hora quince, llegamos a tener un corte de dos horas.

Detrás de Manyas hubo una eficaz producción, lo que constituye una de las principales características de la hinchada peñalorense. La organización de esta extensa red facilitó el acceso a testimonios de todo tipo, y en todo tipo de lugares, incluso en un pueblito perdido en Tucumán, donde una mujer de rasgos indígenas comanda el club de hinchas, tiene un hijo maestro que enseña la historia del cuadro de fútbol uruguayo en la escuela, y logró un monumento para su localidad.

Se hizo de a poco, el guión se fue armando en función de los acontecimientos reales, que muchas veces causaba aquello de “la montaña rusa de emociones” en Benvenuto. Peñarol ganaba partidos, un hincha pintaba su casa de aurinegro, un joven muere en el Estadio. Cuándo dejar de filmar. “A nosotros el festejo de los 120 años nos perjudicó, porque entre todo lo que ofrece la película aparece como una cosa más, pero necesariamente fue la fecha que nos pusimos como límite”, dice Rubino.

A lo largo del documental no se muestra una sola jugada de fútbol, los partidos se viven por sus hinchas. Está claro, y Benvenuto confirma que el rumbo del abundante material registrado lo marcó el montaje (Andrés Nicola). Esencialmente se apuntó al humor.

“Yo creo en el humor, para mí es la forma de comunicación más rápida del mundo. Es una peli con mucho humor y muchas herramientas, esta cosa de habernos preguntado más de cada tribuna, las señoras en la Ámsterdam, el contador en la Olímpica y la Tita Picarelli en la América. Les pusimos un solapero inalámbrico, nos fuimos lejos y los filmamos con teleobjetivo”.

La estructura que propone este trabajo es simple: testimonios y momentos de mayor inspiración, digamos los rincones donde la película pretendió lograr cierta belleza cinematográfica, con una fotografía (José María Ciganda) sofisticada, y un apoyo musical que embellece la propuesta, pero sorprende. Ópera y música clásica compatibilizando con hinchadas enardecidas, expectantes, tristes, con un muestrario de tatuajes increíbles.

-Benvenuto: Esto es cine, a la gente en cine tenés que elevarle la mira. Yo no quise en ninguno momento hacer una película de algo que la gente ya conoce, por ejemplo de la rivalidad que existe y es moneda corriente, de la violencia que ha habido en el pasado, inclusive mostrar la hinchada como te la muestran por TV, eso se evitó. Las entrevistas que hicimos, los testimonios, te juro que no salió nunca el tema del tradicional rival. Entonces, si vas a mostrar un hincha mostralo de otra manera, con otra óptica, con otra fotografía, contá otra cosa y armá una estructura que tenga un lenguaje distinto. Por eso la elección de la música clásica y la gente ha aplaudido. Al final tenés un dorma de Puccini. Y teníamos esta cosa del himno de los 120 años (autor: Roberto Martínez Barone) que ha pegado muchísimo, tiene más de 300 mil descargas. El final de la película muestra hinchas que se sacaron fotos en distintos lugares del mundo. Recibimos 14 mil fotos, ¿cómo elegir? Probamos con ese tema, con el himno, y habla del reconocimiento de Peñarol, de Uruguay en el mundo, no había una manera más emocionante de terminar la película.

En cuanto a los testimonios elegidos, se incluyó en la gran mayoría a hinchas, que según su director, “como si fuera un ping pong” van entrelazando las anécdotas. Entonces intervienen personalidades que fortalecen los cimientos del documental y así permiten avanzar la película. “No nos quedemos en la pasión o en la cultura popular, quisimos gente que opinara desde afuera de todos los fenómenos asociados a ellos, porque es un tema que tiene muchísimas puntas sociales, desde los sociólogos (Rafael Bayce), psicólogos (Gabriel Gutiérrez), historiadores (Gerardo Caetano), escritores (Carlos Maggi). Creo que de alguna manera se plantean debates en la película, como la falta de identidad nacional, ¿por qué es que la hinchada de Peñarol es tan fuerte? Porque no hay identidad nacional, porque hay gente que sinceramente lo siente así, ‘para mí es más importante Peñarol aunque no sea políticamente correcto decirlo’”.

-Rubino: Yo. Siempre fui así, yo antes del partido de la Libertadores no dormía y con Uruguay en la Copa América lo miré por ser uruguayo, y no lo digo con vergüenza, estamos orgullosos de querer más a Peñarol que a cualquier otra identidad.

-Larriera: En el ’86 llevé a Diego Aguirre en mis hombros toda la vuelta olímpica y mi novia caminaba al lado mío, y la venían manoseando. Y lo le decía ‘pará que tengo a Diego Aguirre arriba mío y no lo puedo bajar’. Recién cuando terminé, lo bajé y noqueé a los que la molestaron.

CON SÓLO VERLO. “Es una película con muchas sorpresas, incluso nos pasa con hinchas que desconocen historias que contamos”, dice Benvenuto. Agrega Rubino: “invitamos a relatores de fútbol a ver la película y alguno me decía ‘estoy todos los días en la cabina y les agradezco haber podido de esta manera conocer a los hinchas, el amor que tiene el hincha.’ A mí cuando me preguntan cómo califico a la película yo digo que es una película de amor. Eso es como lo siento yo.”

-Benvenuto: Yo te diría que ser hincha de Peñarol es como un viaje que cada uno vive a su manera, alguien dice que es un viaje de ida que no tiene retorno porque como dice (Gerardo) Caetano, es bajísimo el índice de deserción en el hincha de Peñarol, y muchísimos deportistas que vinieron de otros equipos después de pasar por Peñarol se hicieron socios.

-Rubino: No conozco otra película que genere lo que está generando esta. Hemos hecho tres funciones y cuando prendés la luz ves la gente llorando a mares. Y gente durante la película que se ríe y aplaude y esa conexión que tenemos los hinchas entre nosotros se ve en el cine, como cuando vemos cuánta gente ve el trailer.

-Benvenuto: Un hincha dijo ‘me doy un baño de este trailer cada vez que me levanto así puedo encarar con alegría y optimismo el resto del día.’

-Larriera: Está perfecto.

Fuente: www.paraver.com.uy

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