viernes, 25 de febrero de 2011

Independiente 3-0 PEÑAROL

Una nueva Copa Libertadores comenzó para el carbonero luego de 7 años de ausencia. La expectativa de los hinchas mirasoles se hizo sentir durante días previos y en el propio Bs.As. Pero en la cancha se vio un equipo sin ideas y sin actitud lo que llevó a Independiente a tomar el control de la pelota y del partido. Final con derrota en un partido que lo mejor de Peñarol estuvo en las tribunas.

El partido comenzó con Independiente queriendo demostrar quien era el local, metió a Peñarol abajo del arco pero la falta de ideas ofensivas y la mala puntería salvaron al carbonero en más de una ocasión.
Si bien el dominio general de la pelota fue de Independiente, Peñarol estaba bien parado en su cancha y las pocas veces que se mandó al ataque generó peligro. Tan es así que a pesar de que el rojo intentó más, el manya fue el que estuvo más cerca de abrir el marcador en la primera parte.

En general no fue un buen primer tiempo, Peñarol tenía que salir a buscar un poco más en la segunda mitad y no resignarse al empate, porque Independiente tampoco estaba demostrando demasiado.

Valdez se haría amonestar por reclamar (estupideces que siguen cometiendo jugadores profesionales), y al final del primer tiempo estuvo al filo de la segunda amarilla. Es por esto que Aguirre prefirió, teniendo en cuenta que estaba en capilla, sacarlo de la cancha para el complemento y meter al Ale González. Si bien el cambio parecía acertado para no arriesgar a una expulsión, y teniendo en cuenta que el juvenil de Peñarol venía haciendo grandes partidos en lo local, se vio un cambio significativo en la defensa que afectó el funcionamiento. No quiere decir que los goles hayan sido culpa del Ale, ya que hubo responsabilidad de la defensa en su conjunto y del golero, pero la zaga se desordenó, incluido Guille que venía jugando u gran partido.

Independiente en el segundo tiempo entró con otra actitud además de un cambio de piezas en el equipo rojo que fue fundamental. Independiente acechando el arco de Peñarol, y el manya que no podía salir del fondo hicieron prever lo peor. Gol de los locales tras falló defensivo y horrible salida de Carini.

En este momento era cuando se iba a ver como respondían los jugadores de Peñarol. Ese era el momento para salir a presionar y tirarle el equipo encima, hacerles sentir a los rojos que Peñarol juega de local en cualquier lado, que Peñarol es un cuadro con huevos y corazón. Y de hecho Peñarol es así, pero los jugadores de Peñarol no, o no lo demostraron.

Independiente se agrandó más con el gol y Peñarol seguía refugiado. Llegó el segundo aún cuando faltaba bastante, todavía se podía conseguir el milagro del empate. Pero los jugadores fueron los mismos, no tuvieron reacción, les falto sangre.

Seguir con la misma actitud era regalarle el partido en bandeja, era haber hecho un viaje al pedo. Ya pintaba para baile, ya estaba siendo un paseo bárbaro, pero faltaba todavía un clavo más en el ataúd. Tercer gol del rojo.

Y no da para seguir analizando un partido donde Peñarol era lo mismo que no se presentará. Hay que asumir que fue pésimo lo de Peñarol, pero no falta con que lo asuman el tecnico y los futbolistas, tienen que cambiar la actitud. Y eso sólo para empezar. En muchas cosas se está equivocando Aguirre, y esperemos que le de el tiempo para solucionarlas si queremos figurar en algo.

Lo cierto es que el partido que viene ante Godoy Cruz va a ser un punto de inflexión. Deportivamente, en cuanto a las chances de seguir en carrera para pasar a octavos, y fundamentalmente, anímicamente para el plantel. Si se gana un partido tan difícil como ese puede ser un empujón bárbaro, pero si no...

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