“Hace un par de años comencé con todo esto como un hobbie. El primer trapo grande que hice fue para “La 12”; después trabajé con la gente de Lanús y de ahí en más no paré”, recuerda Soria. Sus creaciones y diseños fueron rápidamente adoptadas por distintas barras y, desde entonces, su carrera de artista del tablón fue casi maratónica: junto a su equipo de trabajo -son tres personas- ya pintaron más de 20 telones (Independiente, Racing, Vélez, San Lorenzo, Huracán y Tigre, entre otros).
Desde hace un par de semanas, Soria está en Uruguay pintando lo que será el telón más grande del mundo: “Nos contactó la gente de Peñarol y acá estamos. Será una gran sorpresa para todos los futboleros”, se entusiasma. La bandera tendría poco más de 200 metros de largo. Finalizado el trabajo, Soria hará una escala en Córdoba donde pintará las banderas de Instituto y Racing.
¿Cómo es la relación con las hinchadas? Tenemos una relación bárbara y de muchísimo respeto con todas las barras. Soy hincha de Boca y todo el mundo lo sabe. A ésto lo tomo como un trabajo, una profesión… ¿Qué técnica utilizás para pintar un telón? Aerografía. El sistema consta de un lápiz que tiene colgado el aerógrafo y se trabaja con un compresor. Un tamaño estándar de bandera se pinta en ocho o nueve días trabajando unas 12 horas diarias.
¿Cómo se definen los modelos o dibujos? Es un trabajo compartido. Partimos de ideas que nos acerca cada hinchada y luego, a través de la computadora, les ofrecemos distintas variantes para pintar. Siempre respetamos el espíritu y lo que la hinchada propone.
En el horizonte de este pintor de los tablones asoman México (pintará los bombos de la hinchada de Chivas) y un sinnúmero de propuestas de distintos países sudamericanos como Colombia, Brasil y Paraguay. “Que una hinchada te confíe algo tan sagrado como lo es la bandera más grande de su club, te llena de orgullo”, acota. Y aclara: “Con mi equipo estamos recorriendo el mundo. Lo que más se extraña es la familia. En mi caso, tengo cuatro hijas y cada vez se me hace más difícil salir de casa”, señala.
Además del fútbol, Soria también realizó algunos trabajos para la política: “Cuando me llaman voy y pinto pero no pertenezco a ningún partido”, afirma con énfasis. De lo que recauda, una parte del dinero es para “los pibes de la calle” -como él los denomina-. “Tratamos de sacarlos del paco y darles un plato de comida. Eso te reconforta el alma”, dice con una emoción que se cuela sin pedir permiso a través de la comunicación telefónica.
Como artista del fútbol y de la vida, Soria cierra la entrevista haciendo público un deseo muy íntimo: el de poder hacer su sueño de la bandera más importante. “Para mí, pintar el telón de la Selección argentina sería tocar el cielo con las manos”, concluye.
Fuente: www.clarin.com
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