miércoles, 2 de marzo de 2011

Godoy Cruz 1-3 PEÑAROL

¡Al fin! Peñarol se rehizo luego de la dura derrota ante Independiente y mostró mucho más de lo que puede aportar a esta copa en cancha de Godoy Cruz en tierras mendozinas. Tanto los delanteros como la línea de cuatro cumplieron un rol fundamental para llevarnos los 3 primeros puntos.
Aguirre metió mano en el equipo y no se equivocó, la inclusión de Mier y la velocidad de Martinuccio fueron factores muy importantes a la hora de conseguir los goles en los momentos justos.

Peñarol arrancó como lo habían prometido en el vestuario, apretando al rival... y gol. Ese es el análisis de la primera conquista carbonera que a los cincuenta segundos de juego ya estaba arriba en el marcador. Pelota de Mier al pecho de Olivera que con mucha clase la baja y define ante la salida del arquero.

Ya el partido pintaba más lindo con un gol del vestuario, aunque no había que bajar la guardia, cosa que Peñarol no hizo y siguió jugando de la misma manera. Fueron varias las jugadas que tubo Peñarol para convertir el segundo pero las estabamos desaprovechando, cosa que en otro partido te puede salir más caro.

Godoy Cruz fue creciendo en la cancha a base de centros y pelotazos, aunque sin ideas. Sin embargo iba a conseguir el gol del empate tras centro de la derecha, error defensivo de por medio (de los pocos que hubo), y cabezazo a la red que no pudo evitar Sosa.

Peñarol no se enloqueció con el empate y siguió con su propia idea futbolística. Fue así que un despeje en el  área carbonera, derivó en un contragolpe que culminó Mier levatándole la pelota a Olivera, que de palomita se lanzó y nos ibamos a ir con un gol arriba en el marcador.

Peñarol gustó en el primer tiempo y se noto un planteamiento mucho más preciso de Aguirre.

El segundo tiempo sería muy distinto, ya que Peñarol regaló la mitad de la cancha y dejó crecer a un rival que seguía dejándole chichones a los nuestros zagueros.
De todas formas creo que se jugó al filo, porque cada centro que fue al área y cada tiro que fue al arco acercaban más al local que estaba en busca del empate.
Si bien le salió bien, no fue la mejor estrategia el resguardarse atrás esperando el error del rival, porque dependimos mucho del mal juego de los locales.

Sin muchas emociones siguió el segundo tiempo hasta que una pelota rechazada por la cabeza de Darío quedó en los pies del Porteño, que con velocidad (y algo de fortuna) arremetió contra el arco rival con pocos jugadores de Godoy Cruz defendiendo. Aguiar picaba solo por el medio y fue muy bien habilitado por el argentino. Después fantástico lo de Aguiar definiendo ante la salida desesperada del golero, demostrando una vez más que sabe jugar en esa zona caliente.

Un corte de luz tendría parado el partido durante unos diez minutos, tiempo que Peñarol utilizo para armarse y descansar.
En la reanudación Aguirre le dio ingreso a Torres por Valdez (lesionado), cambió que surtió mucho efecto en la mitad de cancha. Peñarol se animó a soltarse un poco más y presionar más arriba.

Con la entrada de Guevgeozián a falta de pocos minutos, se vio más velocidad en la delantera, y le dio tiempo para demostrar toques de clase (auqnue un poco comilón).

Así se cerró la segunda participación de Peñarol en la Libertadores reivindicandose ante lo hecho en Avellaneda. Aún quedan muchas cosas para mejorar, ya que hay que tener en cuenta que jugamos ante un rival que no tuvo un buen partido, pero ahora hay que pensar en Bella Vista y en tratar de alcanzar a los de arriba en el Torneo Local.

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