lunes, 18 de abril de 2011

Liverpool 2-4 PEÑAROL - Victoria desde el banco

Tras la derrota del etreno rival Peñarol tenía la oportunidad de subir a la punta del Clausura y soñar con la anual. Para eso debía enfrentar a un duro rival, que año tras año nos complica en cualquier cancha. Sin embargo Diego prefirió darle descanso a figuras importantes, lo que fue darle una ventaja más a este poderoso rival que no las necesita. Afortunadamente Aguirre corrigió su error a tiempo metiendo los cambios justos y con gol sobre la hora del mejor suplente del mundo, el Tornado Alonso, Peñarol dio vuelta un partido dificilísimo.

Liverpool salió a la cancha pensando en amargarle la fiesta a Peñarol, el dominio en mitad de cancha era para el equipo de la cuchilla y Peñarol apostaba a algún contragolpe letal explotando la velocidad de Martinuccio que volvió a la titularidad con todo.
Y fue en uno de esos contragolpes que el propio Martinuccio le mete una pelota al pecho a Corujo (que jugó de volante por afuera) para que hiciera el gol de su vida, metiendo una chilena perfecta para que la pelota se vaya al fondo de la red.

De ahí en más parecía que Peñarol podía controlar el juego con el marcador a su favor. Pero el tanto mirasol no cambió para nada el trámite del partido y para peor alentó aún más a Liverpool a buscar el empate. Un empate que no se le demoraría en llegar en los pies de Alfaro que aprovechando los horrores de la defensa de Peñarol, de los tantos que mostraron durante el encuentro.

Es inevitable cuando se hace un análisis del partido no mencionar al árbitro del encuentro. Este señor que se hace llamar juez de fútbol vino al Centenario con las claras intenciones de hacerse ver, aprovechando que a Peñarol lo ven miles de personas. La cancha estuvo flechada durante todo el primer tiempo para el arco de Peñarol, y si bien es cierto que el primer gol de Peñarol fue offside y que se debió ir expulsado Mier, no se puede pasar en alto como los jugadores de Liverpool hacían lo que querían adentro de la cancha tomándole el pelo y el no hacía nada. Incluso se vio un empujón de un jugador del equipo negriazul al juez que dejó pasar en alto, como no lo hizo con el "no me cobras una" de Corujo.

Y el segundo gol de Liverpool iba a llegar tras una falta que cobró al borde del área de Peñarol, que si bien estuvo bien cobrada, no debería haber existido si en la jugada previa cobraba una falta de las mismas características sobre Martinuccio al borde del área de Liverpool. Sosa ataja una pelota difícil, pero se equivoca o no puede darle la dirección correcta al rebote que es tomado por un jugador del "local", ante la pasividad, una vez más de la defensa de Peñarol.

Aguirre se dio cuenta ya en el primer tiempo que la cosa no venía bien y por eso no espero más para meter un cambio que iba a ser muy importante para el ataque de Peñarol. Ale González de mal partido salía de la cancha e ingresaría el Lolo. Darío pasaba a la zaga, Albín al lateral izquierdo y Corujo bajaba al lateral derecho.

Y Peñarol fue otro en el ataque con las llegadas constantes del Lolo, porque si bien Martinuccio había mostrado mucha voluntad a la hora de ir a buscar las pelotas y jugar, no generaba mucho peligro. Mier fue una sombra dentro de la cancha y lo único destacable que hizo fue el piñaso en el que debió ser expulsado.
Sin embargo el primer tiempo ya se iba y al Lolo no le había dado tiempo de hacer mucho.

Pero en el segundo tiempo Aguirre metería otro buen cambio, saliendo Mier y entrando el Tony, con lo que las pelotasle llegaron mucho mejor al Lolo y Peñarol estaba para comerse al rival. Es que todo el segundo tiempo fue igual, Peñarol sabía que tenía la difícil tarea de hacer dos goles y salió dispuesto a hacerlos.
Con mucho trabajo y después de varias jugadas que eran bien contenidas por el portero de Liverpool o despejadas por la defensa, llegaría el empate de la mano del Porteño que metía un remate cruzado abajo.

El 2 a 2 había llegado con tiempo, lo que hacía prever que el gol de la victoria tarde o temprano iba a llegar. Pero Liverpool no se quedaba quieto y molestaba mucho en cada contragolpe. Es que la mitad de la cancha se vio totalmente superada y la defensa siempre se vio mal parada. Y los minutos pasaban y el gol no llegaba. La expulsión del jugador de Liverpool inclinaba aún más la balanza para Peñarol que arremetía sin piedad contra el arco de la Colombes. Pero el arquero del equipo de belvedere se convertía en figura sacando todas las pelotas de Olivera que iban con destino a gol.

Por eso cuando Diego Alonso se puso la camiseta y fue al lado del cuarto árbitro, todos los manyas supimos, aunque faltaran 5 minutos, que si ganábamos este partido iba a ser con gol de él, del hombre que siempre esta cuando Aguirre lo llama, de este delantero que siempre que entra moja, en definitiva, del goleador de Peñarol en el Campeonato Uruguayo. Pase fenomenal de Pacheco y con toque sutil por arriba, DIEGO "EL TORNADO" ALONSO, ponía el gol de la victoria.

El partido estaba liquidado, ya estaba ganado, pero por si las dudas, Aguier tras buena jugada y remate de afuera del área pone el cuarto. Un gol que le vino muy bien en lo personal ya que no venía jugando bien y además la mira la tenía desviada, hasta ese momento.

Victoria importantísima que nos deja como punteros del Clausura junto al clásico rival pero con un partido menos. Y al igual que el año pasado que la Anual parecía muy lejana, hoy en día la vemos casi desde lo más alto y con muchas ganas de conquistarla también.

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