Ya había sido figura en Montevideo en el partido de ida frente al Inter y el planteo de Peñarol, similar al que había propuesto en Mendoza ante Godoy Cruz hacían presagiar que Martinuccio podía ser una pieza fundamental para los carboneros. Y así fue.
El Beira Río no le quedó grande, y el último campeón no lo achicó. “El Porteño” se hizo gigante en Porto Alegre y jugó un partido espectacular.
El primer tiempo se movió por todo el frente de ataque, pero fundamentalmente aprovechando los espacios que dejaba el calvo lateral Nei a sus espaldas. De esa manera generó varios tiros de esquina, faltas y tuvo a mal traer a la última zona “colorada”.
El complemento comenzó con el Negro como protagonista. Peñarol movió y Martinuccio la agarró pasando la mitad de la cancha, encaró a velocidad, hizo una pared espectacular con Juan Manuel Olivera a mil por hora, para definir con un espectacular derechazo cruzado y poner así el 1 a 1.
El tramo final del partido quedó más aislado en ofensiva, pero en varias oportunidades se las ingenió para escaparse a pura potencia, a pura explosión y generar alguna otra ocasión de gol o algún otro tiro de esquina.
En los minutos finales, Martinuccio se fue sustituido, y el puñado de 2.500 hinchas de Peñarol se rindieron a los pies del argentino, al grito de “Porteeeeño, Porteeeeño”. Fue la figura; un calambre para la defensa del Inter.
Fuente: www.quenonigol.com.uy
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