Universidad Católica 2-1 PEÑAROL - En Chile somos locales

Chile fue una vez más protagonista de una noche gloriosa para Peñarol. Es que Peñarol no clasificaba hacía ya 24 años a Semis y lo consiguió en tierras trasandinas, y de la manera que más nos gusta a todos, A LO PEÑAROL. Cuando los cruzados ya se veían en semifinales, o al menos en los penales, llegó un gol, como una vez lo hicieron Morena y Aguirre, pero el jueves el elegido fue el Lolo. Con lágrimas en los ojos, volvemos a estar entre los 4 mejores de América.

Los siguientes párrafos son extraídos del blog "Peñarol pa' Todo el Mundo": http://penarolpatodoelmundo.blogspot.com/

En líneas generales Peñarol jugó bien. La suerte (de la que habló el envidioso técnico del tradicional rival, que la esta mirando por Fox) esta vez nos faltó, porque merecimos anotar el gol mucho antes que la apertura de los rivales. Porque Peñarol los primeros minutos dominó pelota y terreno con tranquilidad mientras que el rival ya desde el primer segundo nos demostraron los nervios (y por qué no susto) que tenían.

Le costó al rival poder conseguir la pelota y llegar prolijamente. Pero lo logró. Lamentablemente, lo logró. Encontraron el primer gol tras una gran asistencia de Pratto dejando solo a su compañero para que definiera fuerte y cruzado al segundo palo de Sosa. Después de esa conquista es que los hinchas chilenos se hicieron sentir y la UC se sintió algo más cómoda. Tuvieron un par de llegadas más pero la defensa mirasol estuvo muy bien parada y tapó todo. De la misma tuvieron altos rendimientos los 4 hombres del fondo, pero Valdez se lleva todos los elogios, fue el encargado de luchar con Pratto, ese jugador con el 2 en la espalda que, físicamente, era el doble que el Hormiga. Termina el primer tiempo con la UC arriba en el marcador por la mínima.

El segundo tiempo no cambió demasiado. Digamos que Peñarol siguió tranquilo (nunca perdió la calma), confiado en que consiguiendo un solo gol nos dejaba del otro lado. Pero Peñarol sino sufre no vale. Y se sufrió nomas, porque llegó el segundo gol chileno, otro golazo, de un peticito de apellido Gutierrez, que se sacó de encima a Guille, se dio media vuelta y le pegó de una, muy fuerte, inatajable. Era el 2 a 0 y con ese resultado nos íbamos a los penales. Pero Peñarol es Peñarol, como antes te dije que sino se sufre no se vale, también te digo que cuando se viene la noche el carbonero ruge como una fiera, como a lo largo de toda su historia. Además, hay una circunstancia que aún no mencioné... la misma es el arquero Garcés. Si, el mismo que nos regaló dos goles en el partido de ida, tuvo directa responsabilidad en el gol carbonero. Porque el descuento llegó tras un centro del medio de la cancha, frontal, anunciado, y el arquero no fue capaz de salir a recoger el balón, y menos de darse cuenta que por el segundo palo aparecía Estoyanoff, por suerte no salió y volvió a dejar su huella en el marcador, el Lolo con toque sutil logró el tan ansiado (y merecido) gol y el pase a Semifinales. ¡GRACIAS GARCÉS!

¿El mejor de la cancha? TODOS. Porque todos fueron unas fieras, unos animales adentro de la cancha, porque no se dejaron pasar por arriba. Porque ellos (y los suplentes que ingresaron, y el DT, y los que no entraron también) todos, fueron culpables de que más de medio país llorara de emoción, saliera de sus casas a festejar, a reunirse en plazas a cantar por Peñarol, para contenerse y juntar esa emoción que el equipo carbonero nos hizo sentir.

Fuente: www.penarolpatodoelmundo.blogspot.com