viernes, 17 de junio de 2011

Carta a la Confederación por actitud del técnico de Santos

Mediante una carta dirigida al presidente de la Confederación Sudamericana, el paraguayo Nicolás Leoz, la directiva de Peñarol mostró su molestia por las protestas del entrenador del Santos, Muricy Ramalho, previo al inicio del segundo tiempo. La misma la califica de “insólita” la solicitud que Ramalho le hizo al juez del partido, Carlos Amarilla.

Señor Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol
Don Nicolás Leoz

De nuestra consideración:

El Club Atlético Peñarol se dirige a Ud. y las autoridades de esa Confederación a fin de formular algunas precisiones, con relación a los partidos finales de la Copa Libertadores de América.

El primer partido se disputó ayer en el Estadio Centenario de Montevideo, en forma normal, con sus instalaciones colmadas y un público que hizo del episodio una real fiesta.. Cabe consignar, además, que estimamos que el arbitraje fue correcto y que nada trascendente podría señalarse con espíritu crítico.

Queremos, sin embargo, denunciar a esa Confederación la actitud del Sr. Muricy Ramalho, director técnico del Santos, que en una actitud calificada de “insólita” y sin precedentes por los comentaristas de la Cadena Fox Sport, se dirigía al árbitro, mientras era filmado por la televisión brasileña, reclamándole por su actitud ante el jugador Neymar. Exigía con voz airada saber si se le iba a expulsar, luego de haber sufrido una tarjeta amarilla por una notoria simulación, que se repitió varias veces durante todo el partido. Alegaba incluso que se estaba pretendiendo impedir que, por una suspensión, el referido jugador no pudiera participar del segundo partido final.

Su actitud, realmente insólita, estaba notoriamente dirigida a presionar al Juez, pero también a generar en el público brasileño la sensación de estar ante la inminencia de una sanción injusta. El hecho se hace particularmente grave en la perspectiva del partido que debemos disputar Peñarol y Santos el próximo miércoles en el Estadio de Pacaembú, que –como es notorio- no posee una capacidad importante, al punto que Peñarol recibió la posibilidad de vender solamente 2.000 entradas cuando pudo hacerlo con 4.500 en estadio de Vélez Sarsfield. Es un estadio riesgoso, calificado así por la propia policía brasileña y con antecedentes de violencia muy negativos En ese contexto, la actitud del Sr. Ramalho merecería una seria sanción y la adopción de medidas preventivas que impidan actos dirigidos a incitar al publico a desbordes que pueden llegar a ser fatales.

A los efectos de que esa Confederación tome las medidas del caso, como es de práctica, nos dirigimos a Ud. saludándolo con la mayor consideración y estima,


Juan Pedro Damiani
Presidente

Gervasio Gedanke
Secretario General

Fuente: www.cambiodefrente.com

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