Juan Manuel Olivera se retiró del campo de juego a falta de unos diez minutos para el final del encuentro ante Santos en el Centenario, visiblemente dolorido y molesto. Es que el Flaco sufrió una fea caída durante el partido, la cual le afectó el hombro. A pesar de esto, el goleador permaneció en el campo de juego durante casi todo el tiempo.
En la jornada de ayer y ante el incesante dolor, Olivera fue a hacerse unas placas en la zona de impacto y la misma descartó todo tipo de lesión ósea en el hombro derecho.
Juan Manuel, que permanece con el brazo inmovilizado por un cabestrillo desde que finalizó el partido ante Santos, será sometido hoy a una resonancia magnética, para saber con exactitud si existe algún tipo de lesión muscular o de ligamentos la zona de la clavícula.
En caso que exista algún inconveniente de este tipo, Olivera será infiltrado para que pueda llegar en condiciones para la revancha, aunque no sea al máximo de sus posibilidades.
Juan Manuel Olivera, en diálogo con Radio Sport 890 en la jornada del jueves explicó que “me fui a sacar una placa para descartar una lesión ósea en la clavícula. La resonancia puede arrojar alguna lesión muscular o de ligamentos, que es a lo que más le tememos. Ojalá que no sea nada”.
Ante la sorpresa de todos, el espigado delantero participó ayer de los entrenamientos en el Complejo Deportivo de “Los Aromos”. Claro que únicamente trabajó en los ejercicios referentes al tren inferior, pero deja marcada la intención de que el Flaco hará lo imposible por llegar al encuentro del miércoles que viene.
El propio delantero así lo expresó, al decir que “tengo ganas de estar pronto para la semana que viene (...) Estos partidos se juegan con el corazón, pero lo cierto es que tampoco quiero ser una carga para el equipo”.
Fuente: www.quenonino.com.uy
No hay comentarios:
Publicar un comentario