El primer tiempo se mostró con Peñarol más dispuesto a jugar y a buscar el arco rival, pero la cancha se plantó como el rival más difícil de sortear y los caminos se fueron cerrando lentamente.
Se insistió demasiado jugando por abajo por las bandas como acostumbra Aguirre, pero no se tuvo en cuenta que en esas zonas era donde más agua se acumulaba y que era un partido para mandar pelotas aéreas al área, para tratar de saltear el mal estado del terreno.
Aún así Peñarol intento y tuvo alguna jugada de peligro. Por momentos los locales también se animaron en el contragolpe con pelotazos largos donde la defensa se mostraba un tanto débil excepto por el lado de Valdez que sacó todo hasta el cansancio.
Al final de la primera parte una incursión de Albín por la derecha termina con un penal mal cobrado ya que el jugador cae solo. Un penal que podía significar la apertura del marcador antes del descanso para afrontar la segunda mitad de manera más tranquila. Pero volvimos a fallar de los 11 pasos, esta vez fue Zambrana el responsable, y en un partido de éstos donde las pelotas quietas son fundamentales, en general se pagan caros estos errores.
La segunda mitad ya se puso más complicada, el esfuerzo físico de la semana se hizo más notorio sumado a la cancha que estaba muy pesada. Peñarol se replegó más en el fondo tratando de buscar la velocidad de Zambrana, pero trasladar la pelota en una cancha así se le hizo imposible.
A todo esto se le sumó la expulsión de González, que en ambas amarillas salió muy lejos del arco rival y con 10 hombres bancar un partido ya complicado no es tarea sencilla.
Con los cambios que metió Aguirre no se pretendía resignar ningún punto, pero no dieron muchos resultados, ya que a Pastorini no le llego la pelota y Silva la encontró más al final del partido donde si desequilibró. Pero antes de eso vendría la otra roja del partido, nuevamente por doble amarilla esta vez a Freitas y esto obligó a Diego a realizar un cambió defensivo, devolviendo a Pastorini al banco de suplentes y metiendo a Torres para ayudar a López.
En la parte final del partido Cerro Largo con dos hombres más fue mucho más protagonista e incluso pudo llegar a convertir de no ser por un offside mal cobrado que nos salvó.
Santiago Silva fue el encargado en este tramo de juego de trasladar el balón de la mitad de la cancha hacia arriba, y si bien se le dificultó mucho la tarea por el estado del terreno de juego, siempre salió ganado, generando una falta o llevándose la pelota.
La mayor crítica que se le puede hacer a este equipo es el hecho de no haber aprovechado las ocasiones de pelota quieta. Los corners, tiros libres e incluso el penal fueron mal ejecutados y como decía previamente son jugadas que tenes que tener muy en cuenta en este tipo de partidos. Más allá de eso, el partido no resiste ningún análisi ya que no se jugó en condiciones normales. Otra historia pudo haber sido de haber jugado en el Centenario o mismo en el Ubilla, pero con una cancha DECENTE.
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