domingo, 14 de agosto de 2011

Con Púa todo cambió

Una frase de cabecera del presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, desde que tomó las riendas del club fue decir que “en juveniles, cuando llegó Víctor (Púa), Peñarol era Kosovo y ahora la cosa cambió. Dejó de ser Kosovo”.

Si bien la frase se ajusta a la realidad, mucha agua pasó por debajo del puente para que esto comenzara a cambiar.

Lo primero que pidió Púa al hacerse cargo del puesto de coordinador de las juveniles hace cuatro años fue que se construyera un Centro de Alto Rendimiento (CAR) con varias canchas.

Si bien Damiani lo construyó y también sirvió de caballito de batalla para las elecciones pasadas en la institución, durante varios meses eso estuvo abandonado totalmente. Tanto fue así que El Observador realizó un informe en su momento acerca de las carencias que tenía.

Damiani había depositado un buen monto de dinero, pero todo estaba inconcluso. Sin embargo, con el paso del tiempo, el CAR es toda una realiad, e incluso tiene hasta una cancha iluminada.

Púa y sus cambios
Víctor Púa es un hombre al que no le gusta hablar de lo que hace, sobre todo, si las cosas le salen bien. Si bien es de perfil bajo, a la hora de trabajar se pone el overol como uno más. Es por eso que Damiani quiso mantenerlo en el club, pese al pedido de Diego Aguirre de tener más injerencia, de ahora en más, en las juveniles.

Gastón Ramírez, el último gran juvenil que salió de la cantera aurinegra, ya estaba en el club cuando arribó Púa. No es un producto suyo. Sin embargo, en estos años han surgido futbolistas importantes como Cristian Palacios, quien pese a ser un botija, fue el goleador del pasado Torneo Clausura con 15 goles en 14 encuentros cuando estuvo a préstamo en Central Español.

Si bien es el de más renombre, también hay otros como Nicolás Mezquida, a préstamo en Noruega, Emilio MacEachen –la gran apuesta de Aguirre ahora que se fue Guillermo Rodríguez– y otros que surgen.Pero en las juveniles de Peñarol apuestan a otras cosas. Se ganó el comodato de un ex liceo cercano al CAR en el que viven cerca de 40 jugadores que vienen del interior. Allí comen, duermen y estudian También se apuesta a apoyar el programa Gol al futuro, para que los futbolistas sigan estudiando

Asimismo, la captación de jugadores es todo un tema cuando se habla de juveniles. En eso trabajan Néstor Goncalves (h) y el Chueco José Batlle Perdomo.

En estas últimas selecciones uruguayas, hubo 13 jugadores de Peñarol preseleccionados, algo que no sucedía desde hacía años. Es obvio que algo cambió para bien. 

Fuente: www.elobservador.com.uy

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