El primer cuarto de hora tuvo a Danubio un poquito mejor dentro de un trámite trabado y luchado. La presión de la visita complicaba a Peñarol que no encontraba el fútbol, aunque igualmente la llevaba bastante bien, debido a que “La Franja” no plasmaba en ofensiva su predominio en el juego.
Mucho cambiaron las cosas cuando promediaba el tiempo inicial. El aurinegro comenzó a tener la pelota y se fue imponiendo el juego que le convenía, mientras Danubio cada vez se desconcertaba más.
Tras un córner en favor de los danubianos, Peñarol salió con una contra mortal. La pelota derivó para Joao Pedro, que tras una pausa metió un pase excelente, profundo para dejar solo al joven Santiago Silva que dribleó hacia el medio para sacarse de arriba a Goicoechea y mandar la pelota al fondo de la red. Fue una jugada para incluir en el “Manual del contragolpe”.
Y antes de que el franjeado se acomodara en cancha luego del impacto del primer gol, llegó el segundo. Vino un tiro mordido desde el borde del área mayor de López, responde muy mal Goicoechea dejando un rebote corto dentro del área y Zalayeta solo tuvo que dar el toque final para que el esférico vaya directo a un inexorable segundo beso con la red.
Con dos goles en tres minutos Peñarol agarró un envión muy fuerte y se adueñó del partido en todos los aspectos. Danubio se puso nervioso y lejos de ir en busca de ponerse a tiro en el partido, cometía errores importantes que ayudaban a su rival a hacer más notoria la superioridad en el juego.
Llegó el pitazo de Larrionda para finalizar el primer capítulo de la historia y Danubio respiró, porque realmente fue un sufrimiento para los de la curva todo lo que vino luego del segundo gol mirasol.
El complemento arrancó como se preveía, con el carbonero bien parado, tranquilo y administrando energías, jugando con el resultado como se dice comúnmente en el ambiente del fútbol.
El equipo dirigido por el “Pecho” Sánchez mostraba ganas de ir en busca de achicar distancias, pero no lograba quebrar a su rival que se sentía cómodo en cancha.
Corría el tiempo y seguía el dominio de Peñarol. Con jugadores de muy buen partido como Joao Pedro que siempre entregó bien la pelota y dejó en varias oportunidades a sus compañeros en inmejorables posiciones para convertir. Otro de gran desempeño fue Freitas en el mediocampo, siempre firme y cuidando la pelota.
Recién entrando en la recta final del partido Danubio comenzó a arrimarse más sobre el arco del equipo dirigido ahora por Gregorio Pérez. Pero no fue un dominio que hiciera pensar en que peligraba el arco de Carini, ya que a la hora de culminar las jugadas siempre fallaban los danubianos.
Pero el dominio si se hizo fuerte en los cinco minutos finales, ahí sí “La Franja” superó notoriamente al carbonero. Lo tenía sitiado en su cancha y el ingreso de Alejandro Melo hizo mejorar mucho el ataque franjeado. El premio a la insistencia de los últimos minutos tuvo sus frutos y llegó el descuento en la última jugada del partido. Tras una excelente volea de Melo, Carini dio rebote y Malrechaufe terminó marcando el descuento.
Tres puntos de oro, porque además de que se hizo un buen partido, se volvió a la cima de la tabla para seguir dando lucha.
Fuente: www.cambiodefrente.com
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