miércoles, 30 de noviembre de 2011

A 29 años del tetracampeonato de América

En el día de hoy se cumple un nuevo aniversario de aquel día donde una vez más, con todo un estadio y pronósticos en contra, afloró la reveldía de los jugadores mirasoles. 29 años de aquel día donde volvimos a hacer historia, donde volvimos a demostrar que ganar "A LO PEÑAROL" no es un invento. Ese día en que Morena, con un sutil movimiento de pierna, le retribuyó a la gente toda la confianza que le había dado, don la cuarta Copa Libertadores.


"-Termínelo, Romero, así nos vamos todos para Buenos Aires- le propuso el Nando."

Palabras de Morena al árbitro cuando ya el partido no daba para más, cuando el cansancio hacía mella en propios y en rivales, cuando las piernas parecían no responder a las órdenes del cerebro. Pero...

"Apenas unos segundos después, Diogo, de cabeza, rechazó un centro en el área de Peñarol, la recibió Bossio, con un pase corto se la dejó a Saralegui. Cuando parecía que este iba a arrancar a la carrera, se detuvo y se la alcanzó suavemente, por aire, a Ramos, que estaba sobre la derecha, todavía varios metros en el campo de Peñarol. El Chicharra arrancó por la punta. Tres chilenos esperaban, bien armados atrás, pero nadie le salió al puntero. También desde su campo habían arrancado Morena por el medio, Coquito por la zurda y un poco más atrás Jair y Bossio. Morena avanzó en diagonal hacia la medialuna, mientras miraba a Venancio. Antes de llegar al área, un instante antes que su marcador lo trancara, el puntero con notable habilidad metió un centro combado, a media altura. Morena pasó entre dos defensas, la pelota picó al borde del área chica y, cuando volvió a tomar altura, Morena, abierto un poco hacia la izquierda, la amortiguó con su zurda, sacándose un marcador de encima, y le volvió a pegar con un movimiento tan plástico como mortífero.
Todos corrían, todos se abrazaban. Morena, con los brazos arriba y los puños cerrados, se extendió boca arriba en el césped, mientras una lluvia de proyectiles le caía encima. ¡Peñarol, Peñarol!
Por segunda vez el Estadio Nacional de Santiago vio una vuelta olímpica de Peñarol campeón de América. No sería la última."

Nota: todo el texto entrecomillado de este post, fue extraído del libro "Historia de Peñarol" de Luciano Álvarez.

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