domingo, 18 de noviembre de 2012

Progreso 1-3 PEÑAROL - Tres más y uno menos

Peñarol ganó jugando mal ante un muy buen rival y seguimos siendo los únicos punteros del apertura a falta de 3 fechas. Luego del "tropezón" en el clásico y la victoria de Defensor en la tarde del sábado, ganar era fundamental para seguir arriba tranquilos.

Si bien en el primer tiempo no jugamos bien como en otros partidos en cuanto a la elaboración de jugadas, fuimos superiores al rival y la ventaja que nos llevamos al descanso era justa. Los desbordes del Lolo y el manejo de los tiempos y del juego de Zalayeta fueron las armas que nos permitían vulnerar, aunque de manera desprolija, la defensa rival. Pero Progreso no se quedó nunca atrás esperando a Peñarol sino todo lo contrario, con el paso de los minutos empezó a dominar la mitad de la cancha y a complicar a la defensa. Las más claras de Peñarol en esta primera etapa serían todas en una misma jugada: dos palos y una pelota sacada en la línea evitaban que nos pusiéramos en ventaja. El partido se estaba empezando a entreverar y a complicar, y la prueba de ello es que se pudo abrir el marcador solo tras un golazo de afuera del área del Lolo y así nos íbamos al descanso, con muchas cosas para mejorar.

Pero si el primer tiempo había sido malo por parte de Peñarol, el segundo fue peor. Progreso salió con todo y se adueño de la pelota en mitad de cancha de la mano de Canobbio, la línea de contención a ese nivel se vio muy afectada por el muy mal rendimiento de Grossmüller que volvió a ser el de las primeras fechas y un Novick que si bien fue le mismo de siempre luchando y robando pelotas, se lo vio mas entreverado y desorganizado, seguramente condicionado por el ya mencionado rendimiento de Grossmüller. La defensa también empezó a fallar a tal punto que el gol del empate del equipo de la teja es responsabilidad absoluta de la línea de cuatro o más particularmente de los zagueros. El nerviosismo se adueño de nuestros jugadores que recurrieron continuamente a los pelotazos largos y abusivos centros. El Polilla movió el banco y no se equivocó al mandar a la cancha a Cristóforo por Zambrana que tampoco tuvo un buen partido. De esta manera Peñarol se organizaba mejor en el medio que era donde peor la pasábamos. Afortunadamente Peñarol cuenta con grandes individualidades que cuando el equipo no anda sacan el equipo a flote. Zalayeta siguió siendo la manija del equipo en ofensiva y para redondear una gran noche fue el autor del gol que destrabó el partido: él mismo arrancó la jugada, se la dejo a Olivera que le dio un gran pase y en una baldosa entre dos defensas se las ingenió para definir. Después vino lo del Lolo, que si bien bajó notoriamente su nivel de juego con respecto al primer tiempo, se sacó de la galera otro golazo de tiro libre para liquidar el partido. El ingreso de Nicolini por Grosmüller también fue acertado auqneu tal vez se demoró bastante en hacerlo. El ex Bella Vista entró para cumplir una sola función: tener la pelota, y cumplió bien.

Son tres puntos más que necesitábamos y un rival menos que nos separa del título, quedan tres y hay que afrontarlos como verdaderas finales porque no nos podemos dar el lujo de dar todo por sentado. Por lo que queda de torneo, lo fundamental es no aflojar  y seguir ganando, si se puede jugar como lo venía haciendo Peñarol en fechas pasadas, bárbaro, pero ya poco importa el hecho de jugar bien, ayer quedó demostrado.

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