El partido no comenzó bien para Peñarol que no supo manejar la pelota cuando la tenía. Los primeros minutos fueron todos de Nacional, aunque tampoco inquietaba la portería del arquero Sebastián Sosa. Los circuitos que intentaron crear entre Corujo y el Lolo no se pudieron concretar correctamente. Pacheco bajó mucho a buscar la pelota y se perdió en el juego. Olivera quedaba muy solo y la pelota no le llegaba, por lo que también tuvo que bajar algunos metros a mostrarse.
Freitas que comenzó jugando duro y fuerte, y lo pago caro ante un juez que no anda con vueltas. Tal vez porque quedo un duelo pendiente entre Peralta y Nicolás del anterior clásico, donde el jugador albo se la pisa en la cara sobrándose, al minuto de juego, en la primera pelota que toca el jugador tricolor, Freitas va abajo fuerte. La falta es para amarilla, aunque en general se perdonan las primeras no se le puede discutir la decisión al juez. El 5 de Peñarol quedó condicionado para el resto del partido por lo que hacía prever que se iba a cuidar y no iba a marcar con mucha tenacidad. Pero la amarilla no fue suficiente advertencia y se ve que no le avisaron la rigurosidad de este arbitro, porque a los veinticinco minutos de juego le entró feo de atrás a Viudez y de esa forma se ganaba la segunda amarilla cuando no habíamos llegado a la primera hora de juego. Roja bien mostrada y la disculpa pertinente del jugador para con la hinchada. Va a tener que demostrar mucho adentro de la cancha para ganarse a la Amsterdam.
El partido se hacía aún más cuesta arriba con un jugador de menos y todo el segundo tiempo por disputar. Luis Aguiar hasta ese momento había tenido un partido discreto, jugó la pelota con precisión aunque sin asumir riesgos. Se vio que le falta físicamente pero que puede aportar mucho al equipo. Tras la expulsión se vio obligado a retroceder algunos metros para ayudar a Domingo en la contención.
Y el primer tiempo se terminó así. Con Peñarol tratando de explotar al Lolo con pelotas largas de Aguiar y tratando de defender las cargas de Nacional.
Ya para el segundo tiempo vinieron cambios del lado de Peñarol que fueron fundamentales en el desarrollo del encuentro. Con el ingreso de Mier y la salida de Pacheco se logró un mayor equilibrio en la mitad de la cancha. También el ingreso del porteño por el Lolo le dio un desahogo al equipo mirasol para salir jugando rápido por la banda derecha.
Peñarol paso entonces a formar con dos líneas de cuatro y un Olivera solitario arriba que peleó y disputó todas las pelotas que le llegaban divididas.
Nacional sin ideas se vio incapaz de superar a esa fuerte defensa mirasol. Es para destacar lo de la línea de cuatro del fondo, que si bien no hizo un gran primer tiempo se destacó en el complemento, con un Darío que en la zaga saco todo y un Albín que no se dejó superar por Viudez.
Y en uno de esos contragolpes de los que tendríamos, Mier le mete una pelota a Aguiar sobre la banda izquierda. La jugada no presentaba ningún peligro y parecía que el centro que tiró el volante mirasol no llegaría a destino. La pelota fue pasada al segundo palo donde no había nadie. De hecho en el área estaba solo Olivera. Y fue el quien fue a pelear esa pelota que era de Muñoz, y con mucha categoría y sin cometerle falta al golero se la cabecea entre las manos y sin ángulo pone el 1 a 0. Por como se daba el partido ese gol podía valer oro.
Pero un error arbitral grueso perjudicó nuevamente a Peñarol cuando a partir de un claro offside, la pelota deriva en un corner. Después ya empieza otra historia, donde un error defensivo dejo sin marca al juvenil tricolor que definió bien sin dejar nada que hacer para Sosa. Ahí Domingo estuvo lento para sacra la pelota y en eso no hay dudas, si bien se instalo una polémica, la pelota entro, se vio en la repetición televisiva. Lo extraño es que el juez de línea haya estado tan seguro para marcar una jugada tan fina como ese gol y no haya cobrado el offside clarísimo en el cual deriva la jugada de gol.
Parecía ahora si misión imposible conseguir otro gol, ya que con un jugador más Nacional se iba a buscar la victoria definitivamente. Pero en otra pelota puesta por el mismo sector para Mier, donde quedó de cara a dos defensas tricolores, se las paso por arriba y de la nada inventó una increíble jugada que iba a coronarse con la exquisita definición del ex Fénix, de zurda bien contra el primer palo, para cerrar el marcador 2 a 1 definitivo.
Con mucha fuerza y corazón Peñarol estaba ganando un increíble partido, pero hizo falta de más fuerza y ganas de parte de los jugadores para no dejarse empatar. Nacional se enloqueció y fue puros centros al área que ganaron nuestros defensores. Esa potencia característica de Peñarol que lo hizo empatar el anterior clásico es lo que le falta a Nacional, ayer, hoy y siempre. Un cuadro sin alma se poso frente a diez leones que no los dejaron moverse. Y el "tiki-tiki" que falto sin aviso otra vez.
Hay que decir también que en uno de los tantos centros a la hoya, innecesariamente Alejandro González la saca con la mano en lo que fue un claro penal que vio todo el mundo. Supongo que los jueces habrán querido compensar su error en el offside que terminó en el gol de Nacional.
La actuación de Sosa por su parte fue fundamental para conseguir el objetivo. Se vio nuevamente a ese Sosa hecho a la medida para los clásicos, sacando pelotas de todos lados, en el primer y en el segundo tiempo. No solo por este partido, pero no hay dudas que la titularidad del arco aurinegro no vino en este período de transferencias sino que es de la casa y campeón uruguayo.
También hay que destacar la actuación de Domingo, que jugó si bien con la ayuda de Aguirar, prácticamente solo en la contención en gran parte del partido. Domingo se comió la cancha y hasta se tiro al ataque en algún contragolpe aislado. Sin dudas el mejor partido del argentino desde que se puso la amarilla y negra
Lo cierto es que Peñarol no pudo jugar a lo que pretende Aguirre porque la expulsión de Freitas lo condicionó, sin embargo encontró en esos diez jugadores la rebeldía necesaria para sacar un resultado favorable de donde no había nada. El manya volvió a demostrar ser un cuadro con mucha actitud, y que eso de "A LO PEÑAROL", no es algo del pasado.
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