domingo, 20 de febrero de 2011

PEÑAROL 1-1 Fénix

Volvimos a dejar puntos por el camino en un partido que no se tendría que haber complicado como sucedió. Peñarol arrancó el partido arrastrando al rival adentro del arco y lo tuvo así en la mayor parte del primer tiempo. Luego vendría la expulsión de Freitas que, junto con decisiones técnicas erradas, condicionarían el resto del encuentro.

Peñarol arrancó el partido en alta intensidad, sabiendo que el rival de enfrente es muy traicionero, salió dispuesto a liquidar el partido en los primeros 45 minutos de juego. La propuesta de Aguirre para el primer tiempo fue la adecuada ya que Fénix se vio desbordado continuamente y se vio obligado a meterse atrás. Peñarol por su parte, y partiendo de los pies de un Tony que retoma su nivel, creó muchas chances y se veía claramente que el gol estaba al caer. El Rayo era una pesadilla para la defensa rival y tras un buen desborde y centro, hizo lo que no habían podido hacer en los anteriores partidos, tirarle un buen centro a la torre Olivera para que decretara el primero de lo que parecía iban a ser muchos más.

Pero iba a suceder algo impensado para cualquiera. Esa intensidad con la que estaba jugando Peñarol fue, por decirlo de algún modo, mal interpretada por Nicolás Freitas, que ya venía entrando fuerte en muchas pelotas. Y fue en una jugada que no merecía hacer lo que hizo que vio la roja por tirarse muy feo de atrás a un rival. Acá estará la discusión de si fue bien o mal expulsado. Todos creíamos que una amarilla iba a arreglar el problema y fue por eso que el Estadio estalló cuando vimos una tarjeta roja en lo alto del brazo del árbitro. Si fue bien o mal sacada no sé. Lo que si sé es que Freitas necesita aclararse la cabecita porque siempre está jugando al filo. Quien dijo que meter huevo era eso? Avisenle a Freitas que Arévalo Ríos si es un jugador que mete huevos y además juega, y NUNCA en su carrera recibió una tarjeta roja. Freitas, tras todos los inconvenientes de su pase, se hizo echar en los dos partidos que jugó y en los dos en el primer tiempo. 

A partir de ahí Peñarol no volvió a ser el mismo. Aguirre decidió bajar unos metro al Tony para que ayudara en la contención, pero teniendo en cuenta que esa no es su función se perdió en el partido al igual que Olivera y Urreta.

El segundo tiempo obligaba a Peñarol a realizar cambios para tratar de cambiar la pisada, pero la salida del Tony nunca pudo haberse dado tan rápido. Pacheco fue el mejor futbolista del primer tiempo, y también del partido a pesar de jugar solo 45 minutos, porque a partir de su salida Peñarol ya no jugó más al fútbol. Aguirre equivocó el cambio y también la táctica. Porque si bien es cierto que no podés regalarte con uno menos ante un equipo de Fénix que te mata en la contra, tampoco podes resignar la pelota 45 minutos esperando aguantar, a lo cuadro chico. Pacheco debió quedar en cancha para retener la pelota y poder lanzar a Urreta al ataque. El cambio obvio parecía ser el del Negro que volvió a decepcionar, pero siguió en cancha gran parte del segundo tiempo aportando nada en ataque y muy poco en defensa.

Así fue el segundo tiempo, con un Fénix que nos tenía contra las cuerdas y que se veía podía marcar en cuialquier momento. El gol del empate lamentablemente llegó faltando pocos minutos y no le dio tiempo ni a Peñarol ni al partido de que cambiara el trámite del encuentro, por lo que Fénix se vio con chances de dar vuelta el resultado y siguió buscando hasta el final, aunque con la tranquilidad de que nadie le sacaba el empate de las manos. Porque Peñarol luego del gol del empate tuvo una sola "jugada" en un tiro de Urreta que pasó cerca.

Empate 1 a 1 que preocupa, no solo por el resultado sino por como se resignó todo un tiempo, algo que en la Libertadores lo podés pagar más caro aún. Preocupante porque un plantel tan amplio y bueno como el de Peñarol no debería pasar por estos momentos. Pero tampoco es para enloquecerse, porque todavía falta mucho, somos Peñarol y sabemos que siempre vamos remando de atrás (lo del Clausura 2010 fue una excepción a la historia reciente de Peñarol). Tampoco es para enloqucerse porque no hay tiempo de hacerlo, el jueves se nos viene un partido durísimo y en eso es en lo que hay que pensar ahora.

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