El 23 de abril siempre es una fecha para el recuerdo aurinegro, por el famoso clásico del 8 contra 11 o el duelo de 1966 ante el mismo rival que le permitió al manya alcanzar las finales de la copa, sino también por una nueva marca alcanzada por el capitán del equipo de las once estrellas, Antonio Pacheco.
Un día como hoy pero de 1966, Peñarol, dirigido por Roque Gastón Máspoli, jugaba el cuarto clásico por la Copa Libertadores de América, a diferencia de los anteriores duelos que habían terminado en derrota por 4-0 ante Nacional y luego dos triunfos Mirasoles por 3-0 cada uno, los rayados se jugaban el boleto a la final.
En un partido muy cerrado a los 26 minutos del segundo tiempo, Julio César Cortés fue el encargado de vencer al arquero Tricolor, tras un pase por elevación del Lito Silva. El marcador no se movería y el conjunto presidido por el Contador Gastón Guelfi, jugaría finales ante River Plate de Argentina.
Pasaron 21 años cuando por la Copa Ciudad de Andalucía, un torneo amistoso, los viejos antagonistas del fútbol uruguayo se enfrentaban en un partido donde además del prestigio de las instituciones, estaba en juego la continuidad de ambos entrenadores.
Nada menos que Oscar Washington Tabárez, por el lado de Peñarol y Sergio Markarián en tiendas de Nacional. Era un secreto a voces que el técnico que perdiera el clásico, se despediría de su cargo.
Los Carboneros se pusieron en ventaja con gol de Ricardo “Zurdo” Viera, luego empató el Bolso. Faltando 22 minutos para el cierre del encuentro el arbitro Daniel Cardellino expulsó a Viera, cuatro más tarde a José Herrera y José Batlle Perdomo. Faltaban 15 minutos para culminar y los Manyas se quedaban con tres jugadores menos.
Aguantar el empate parecería una hazaña, pero la responsabilidad de tener que ganar con la ventaja numérica pareció pesarle a Nacional que solo lateralizaba el juego. Fue así que cuando nadie lo esperaba, Alfonso Domínguez tocó con El ingresado Diego Aguirre, este aguantó la bola y se la pasó al maragato Jorge Cabrera, que venció a Velicho, quedaban ocho minutos, nada cambiaría.
Markarián se iría de la institución del Parque Central, Tabárez continuaría en Peñarol, junto a once de los 13 jugadores que participaron de ese clásico, conseguirían el titulo continental en Santiago de Chile.
Hoy a 24 años de aquel clásico, la historia dice presente una vez más en el majestuoso Estadio Centenario, cuando el actual capitán, referente e ídolo de la vieja institución Carbonera, Antonio Pacheco, se mete en la selecta nomina de los máximos artilleros del fútbol uruguayo.
Es que con el gol que “el Tony” le convirtió a Rampla Juniors, se colocó entre los diez más grandes goleadores del campeonato local. Alcanza a Pedro Petrone con 103 goles y superó a Peregrín Anselmo con 102.
Y aunque este lejos de Fernando Morena, quien encabeza la tabla con 230, o Atilio García, segundo con 208. Si esta cerca del ecuatoriano Alberto Spencer, que llegó a 113, y por que no soñar en desbancar al cuarto en la historia, Pablo Terevinto, jugador que alcanzó las 124 conquistas.
Nuevamente se quiebra la historia para darle paso al estandarte de este Carbonero, que pelea a dos frentes y sueña con ganar todo. Misión muy complicada si las hay, pero como no soñar, si con la camiseta número ocho, juega el pequeño gran goleador de Peñarol.
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