PEÑAROL 2-1 Godoy Cruz - Traigan vino...

...que copas sobran. Y ahi fue donde Peñarol le saco ventaja al duro equipo argentino, con la caracteristica mistica copera que tiene el cuadro del pueblo. Esa mistica que hace despertar pasiones inigualables en mas de la mitad de un pais, y hace que el Estadio Centenario se convierta en un infierno para el rival. Nos levantamos despues de una dura derrota en la altura, y quedamos a un paso de volver, luego de 9 años, a los octavos de final de la Copa más importante del continente.

El partido más importante en lo que iba del año nos enfrentaba a los mendozinos a los cuales ya habíamos derrotado con amplia ventaja de visitantes, pero que no nos garantizaba repetir. Godoy Cruz venía dispuesto a llevarse los 3 puntos, o al menos asegurar uno, y por eso el partido se hizo más duro y más difícil que el de ida. Porque Peñarol estaba aún más obligado a ganar para no perder pisada y para recuperar la confianza en el plantel.

Chocaron en el Estadio dos equipos que juegan bien al fútbol, pero que también son dúctiles a la hora de adaptarse a un partido que desarrollaría una batalla campal en la mitad de la cancha.

Y Peñarol con el empuje de todo un estadio salió como marcaba la lógica a buscar el partido, plantándose en campo rival. Pero la característica táctica del Polilla Da Silva de ir rotando a los jugadores para que pegaran y cortaran cualquier intención de juego del local daba resultados.

Peñarol se acercaba al área pero no encontraba un pase profundo o una combinación rápida por los laterales que desbordaran a la defensa rival. Fue así que el manya entró en la rosca de buscar saltearse la mitad de la cancha y buscar por arriba a Olivera. El alto delantero de Peñarol las lucho todas, como siempre, pero los zagueros del tomba se mostraban firmes.

Con pocas ideas y muchas ganas, el primer gol de Peñarol llegaría increíblemente en un tiro de esquina, mal tirado? Parecería que sí, Mier le da a la pelota que no toma altura pero si efecto y se dirige al primer palo, y tras un par de rebotes estaba al acecho el hombre gol de Peñarol, JM19, que la manda de punta para adentro y ponía en ventaja a Peñarol cuando faltaba muy poco para es descanso.

Y nos fuimos con la ventaja, pero sabiendo que había que liquidarlo para el segundo tiempo, y para eso había que estar más preciso con la pelota y no desesperarse y si jugar con la desesperación de ellos.

Pero Peñarol volvió a sufrir lo que a esta altura podríamos llamar el "síndrome del segundo tiempo". Volvimos a la cancha cuando teníamos todo para liquidarlo y dejamos crecer a un rival peligroso, que si bien no podía hacerse un hueco en la defensa aurinegra, amenazaba con tiros de afuera del área.

Y jugar tanto al límite tiene su precio, y Peñarol lo pagó cuando tras un centro de tiro libre la pelota que parecía tener controlada el Seba es desviada por Darío que convetía en su propia meta y ponía el empate en el marcador.

Esa bofetada hizo reaccionar a Peñarol y lo sacó de ese "síndrome" que sufre en las segundas partes. Como en el primer tiempo Peñarol se plantó en cancha rival con todo el empuje de la Amsterdam sobre el arco donde debía convertir para seguir ilusionados con la Copa.
Pero Godoy Cruz no se quedo atrás y aprovechó la necesidad del local para buscar de contragolpe que amenazaron en más de una vez la integridad de la defensa aurinegra pero que en definitiva supieron controlar los zagueros y los laterales, alejando el peligro del arco de Sosa.

Pacheco, en una noche que fue de los más inspirados, siguió intentando de afuera como en la primera parte, pero el arco seguiría cerrado para él. Pero se tomaría revancha cuando él mismo, esta vez volviendo más a sus labores habituales, arma la jugada del segundo gol.

La entrada del Lolo por Mier fue fundamental, y fue éste el que recibiría el pase de Pacheco y se metería en el área (con caño incluido), para dejarle la pelota servida a Freitas, hombre que viene aumentando su nivel de juego y que coronó una gran noche con el gol del triunfo y el festejo desenfrenado ante la Amsterdam.

El partido se iba de esta manera, con muchos aplausos para el Tony y Olivera cuando fueron sustituidos, en un partido que dieron todo de si para lograr el triunfo.

Peñarol es líder del Grupo 8 de la Copa Libertadores y estamos a un punto, o incluso a 0 puntos (si se dan ciertos resultados) de pasar a octavos como hacía tanto no se lograba.

El 12 contra Independiente para cerrar la fase de grupos, tomar una revancha personal y vivir una nueva fiesta, con el condimento del estreno de la BANDERA MÁS GRANDE DEL MUNDO.