Resultará difícil acostumbrarse, pero a partir de ahora, no habrá más alineaciones de Osasuna con Walter Pandiani en ellas. El uruguayo llegó a Pamplona hace cuatro años como refuerzo de campanillas, y después de un inicio duro y decepcionante, con una temporada negada por la falta de gol y los problemas físicos, tuvo pie y medio fuera del equipo. Pero se quedó, y con la llegada de Camacho, cambió su destino.
Ofreció dos grandes temporadas, en las que marcó 11 goles en cada una, y ayer puso fin a la cuarta, de nuevo más oscura. Pero han sido 102 partidos con sus espléndidos cabezazos, sus goles decisivos, su carisma en la cancha y fuera de ella. Todo terminó el sábado para el Rifle. Comienza una nueva etapa para él, lejos de Osasuna.
¿Cuáles son las sensaciones tras la permanencia?
Lo primero de todo, feliz por el equipo. Si no, la tristeza hubiera sido doble porque no sigo. Pero estoy muy contento. Todavía no he caído en cuenta de que no voy a seguir aquí. Estoy muy tranquilo, pero esto es el fútbol. Es una pena porque han sido muchos años acá y uno está habituado a Pamplona, al equipo, a la gente. Pero me voy muy feliz por la despedida de la afición, que ha sido formidable.
¿Siente que en este último año no se haya podido ver al Pandiani que había acostumbrado tan bien a la afición?
Sí, he jugado 21 partidos, son unos cuantos, y llevo dos meses sin lesionarme, entrenando sin problemas, y eso me deja contento de cara al futuro. Estoy curado de espanto. Ha habido muchas lesiones este año pero el equipo ha sabido hacer cosas importantes sin mí y sin Carlitos. Ha salido Kike cuando quizá poca gente esperaba que hiciera una temporada como la que hizo. Estamos muy felices por Kike, porque es un chico que ha sufrido y trabajado muchísimo. Ha dado todo por este equipo desde el día que vino. Ha sido mi hijito. Le he aconsejado mucho todo este tiempo. Lo bueno que el fútbol tiene revancha. Con Camacho no contaba, no tenía opciones de estar, pero entrenar cada día, esmerarse y esperar su oportunidad ha dado que el cambio de entrenador lo encontrara en condiciones óptimas. Lo único que le faltaba era rodaje de fútbol. Y así fue. La cosa cambió, por lesiones de otros futbolistas tuvo su oportunidad y la supo aprovechar. Estoy más contento casi que él, porque quizá el no se dé cuenta de lo que está viviendo.
Ha tenido una despedida emotiva de Osasuna.
Por supuesto. En el último partido, en casa, con la afición contenta porque el equipo iba ganando. Y en el cambio me mostró todo el cariño que me tiene.
¿Cuál es su balance de la estancia en Osasuna?
Más que positivo. Aunque el primer año y el último no he podido evitar las lesiones, tuve dos años importantísimos donde marqué goles para que el equipo siguiera en Primera. Ahora mirar hacia adelante y buscar el futuro lo más pronto posible.
¿Pasa por la Liga española?
No lo sé. Tengo dos equipos de Primera que estudiaremos y muchísimas cosas de fuera que son tentadoras, pero esperaremos un par de semanas para decidir.
¿Qué se siente cuando ve al público del Reyno despedirle con ese cariño?
Alegría y tristeza, porque saber que una afición que ha estado tan volcada a este equipo no la voy a volver a ver. Cuatro años son muchísimos para mí, he sacado cosas muy positivas y muy pocas negativas. Es un grupo formidable, muy unido, y así se sobrellevan mejor las cosas. En el fútbol hoy estás aquí y mañana allí y desgraciadamente tenemos que hacer las maletas e irnos. Pero me voy con la cabeza bien alta por haber hecho todo lo que estaba en mi mano porque el equipo siguiera en Primera, hasta cuando ya no renovaba el contrato porque no cumplía el objetivo. Pero la profesionalidad está ante todo y tenía tantas ganas de de que el equipo siguiera en Primera que lo he dado todo hasta el último momento, hasta derramar la última gota de sudor.
¿Entiende que el club no le haya ofrecido la renovación?
No quiero hablar mucho de este tema, pero era de esperar. Tengo 35 años, no 25. Este año ha estado marcado por las lesiones. Jugaba tres partidos y tenía algún problema. Los mejores momentos fueron el comienzo y el final de la Liga. No tengo nada que reprochar, al contrario. Estoy muy agradecido al club y a los integrantes del cuerpo técnico. Solo siento agradecimiento.
¿Cuando llegó esperaba dejar tanta huella en este equipo?
Esperaba marcar algún gol más -risas-. En todos los equipos en los que he estado, la afición me ha querido por mi forma de entregarme en cada partido. Pensaba que este equipo también me iba a querer por mi estilo de juego y el de Osasuna. Así ha sido y me voy muy contento.
¿Qué siente por el descenso del Deportivo?
Es una pena tremenda, pero espero que el equipo se rehaga y vuelva a Primera cuanto antes.
¿Le veremos por Pamplona?
Sí, seguro, seguro.
Fuente: www.diarionavarra.es
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