Con un recibimiento nunca antes visto en toda la historia del futbol uruguayo, los jugadores salieron en medio de una nube de humo para enfrentar al duro Velez. Los guerreros mirasoles se plantaron en el pasto del Centenario y no cedieron ni un milímetro a los avances del rival. El resultado obtenido nos deja bien parados para la vuelta pero la llave está abierta. El jueves HAY que cerrarla.
Ya no quedan adjetivos para describir a nuestra GLORIOSA HINCHADA. Por eso no voy a intentar hacerlo. Con el estremecimiento en el cuerpo que cada uno siente al acordarse de esa bienvenida a los jugadores, alcanza para resumir lo que no se podría decir en menos de 100 páginas.
Y los jugadores saben todo lo que está dejando el hincha en la tribuna, y por eso ellos nos están regalando ese despliegue en la cancha, que no será de un fútbol "vistoso" como a las señoritas les gusta. Nosotros SOMOS PEÑAROL y sabemos que las Copas se ganan como está jugando hoy Peñarol.
Los primeros 10 minutos de juegos fueron con Peñarol dueño de la pelota, presionando al rival, forzando los errores ajenos y llegando en un par de ocasiones con peligro ar arco de la Amsterdam. Sin embargo Velez se repuso, Peñarol le entregó más la pelota y empezó a hacer su juego.
Fueron cuatro más o menos las jugadas más claras de Velez e el primer tiempo que hicieron lucir en alguna oportunidad a Sosa. Los ataques de Peñarol ya eran más esporádicos pero parecían golpear a una defensa que no parece tan sólida.
Ya con el partido casi en el entretiempo, llegaría el gol del GRAN DARÍO, que con golpe de cabeza mete una pelota inalcanzable para el buen golero de Velez. Antes de ese gol incluso, Darío había demostrado toda su carpeta y su calidad saliendo desde el fondo y subiendo al ataque como si fuera un pibe. Fue por ese sector por el que más inquieto el local, incluso Martinuccio se pierde un gol cuando la pelota da en el mismo palo por donde ingresaría la pelota en el posterior cabezazo del 22 mirasol.
Ya para el segundo tiempo Aguirre planteó un partido buscando defender el importantísimo cero en jnuestro arco, algo que logro gracias a las magníficas actuaciones de Freitas en la mitad de la cancha y de Guille y Valdez en el fondo. Unos leones, mordieron cada pelota que se les acercaba y en el caso de Freitas no paro de correr de izquierda a derecha cubriendo los espacios que sus compañeros no llegaban a cubrir. Lo del Guille y Valdez es extraordinario, anularon completamnete al "gran" Tanque Silva, ni siquiera lo dejaron darse vuelta una vez.
Lo negativo de esta segunda parte es que Peñarol no pudo capitalizar ningún contragolpe de forma correcta. Ya sea por cansancio o por error en los pases, no tuvimos situaciones de gol para convertir el segundo gol. La única más clara fue un pelotazo de Aguiar para el Negro que se equivoca a la hora de bajarle la pelota a Olivera que estaba solo en el área dispuesto a perforar el arco de la Colombes.
Velez tampoco pudo inquietar en esta segunda parte a Sosa, más allá de algún centro que controlo sin problemas y por eso el partido se fue sin más emociones que el saber que estamos a 90 minutos de algo que no se logra hace MUCHOS años.
Con humildad y garra como venimos hasta ahora, hay que salir a buscar el boleto que nos espera paciente, para acceder a la última y decisiva instancia del torneo más importante a nivel continental. Y como siempre con el apoyo de LA HINCHADA MÁS GRANDE DEL MUNDO, que volverá a copar Buenos Aires.
No hay comentarios:
Publicar un comentario