domingo, 27 de noviembre de 2011

PEÑAROL 4-1 Rampla - Reencuentro con Peñarol

Ayer por la tarde en el Centenario volvió Peñarol tras haber faltado sin aviso a las últimas tres fechas. Nos volvimos a encontrar con la red, con muchos jugadores que necesitaban reencontrarse a sí mismos y por momentos con el buen fútbol que tanto pedimos. Podrán decir que el rival no opuso prácticamente resistencia, pero por lo visto en las fechas pasadas no importa a quien nos enfrentamos, lo que importa es que volvimos a ser Peñarol.

El partido empezó complicado para Peñarol, no por mérito del rival, sino que nosotros mismos nos complicamos volviendo a ser el equipo de fechas pasadas que jugaba mal, con muchas pelotas largas sin destinos ciertos. Pero por suerte los jugadores se dieron cuenta a tiempo, antes de que se avivara el rival y comenzó a jugar acorde al equipo que teníamos enfrente. 
En ese momento Peñarol pasó a ser amplio dominador del partido. Los circuitos por derecha culminaban con buenas jugadas por parte de Santiago Silva que si bien sigue peleado con el arco, se lo vio mucho mejor con la pelota en los pies. 
En la defensa no pasábamos problemas, porque si bien no fue la mejor tarde para Darío que se vio desbordado alguna vez, fue cubierto siempre por González. Un González que se merecería un capítulo aparte, no solo por ser el mejor de este partido, sino por todo el magnífico año que ha tenido en Peñarol, convirtiéndose en un referente dentro del equipo.
Lo que faltaba entonces era el gol, porque era algo con lo que veníamos luchando también en partidos pasados. Y fue justamente Alejandro el encargado de marcar el primer gol del partido tras un pase de cabeza de Zalayeta y un remate cruzado contra el palo. Un gol que merecía personalmente el zaguero y que lo merecía todo el equipo.
Ya con la tranquilidad de haber abierto el marcador las tensiones se fueron aflojando más lo que llevó a tratar de jugar mejor con la pelota al piso y con pases cortos. Y así llegó el segundo gol antes del descanso, cuando Silva desbordó y en gran jugada personal se las ingenió para levantar un centro corto a Zalayeta que de cabeza la mandó al fondo de la red. Y por fin Zalayeta se reencontraba con el gol.

El segundo tiempo serviría para seguir recuperando jugadores que lo necesitaban, y así lo entendió Gregorio que mandó a la cancha a Palacios que tras mucho tiempo sin jugar volvía a pisar la cancha del estadio. El que salió fue Pedro, que si hablamos de reencuentros fue el que falto a la cita. Por lo hecho en otros partidos sabemos que puede dar y rendir mucho más, solo que ayer no nos hizo mucha falta.
Y con la ventaja de dos goles solo había que esperar que llegara el tercero para no comprometer, si había alguna posibilidad de eso, el partido. 
Manejamos bien la pelota y los tiempos del partido y no pasamos muchos nervios. Era un partido para disfrutarlo como hacía mucho tiempo no lo hacíamos. 
La goleada se empezó a gestar cuando Darío metió la cabeza tras un centro de Palacios y la colocó contra el palo para festejar un gol más. 
Rampla, con amor propio salió a buscar el gol de descuento que en definitiva terminó consiguiendo y parecía que se nos podían venir arriba para acercarse al marcado. Sin embargo el rival no tuvo la fuerza suficiente para mandarnos para nuestro campo, así que seguimos manejando tranquilos la pelota en el medio campo y buscando a Maxi Pérez (que entró en el transcurso del segundo tiempo) y a Palacios por las bandas. 
Pero el cuarto gol no llegó por ninguna juagda "jogo bonito" de las tantas que creamos, sino que fue Zalayeta,  que en la más complicada de todas lucho la pelota hasta el final y de manera increíble se terminó escapando como de tres rivales para rematar incómodo, pero clavandola abajo con un tiro cruzado.

Fue la frutilla de la torta para coronar un tarde donde volvimos a jugar bien, volvieron los goles y volvió Zalayeta, el goleador de Peñarol.
Pero lo más importante: VOLVIMOS A GANAR. Sólo eso importaba e importa de cara al partido que viene. Sea cual sea el rival.

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