En cuanto al partido, Peñarol empezó jugando un flojo primer tiempo, donde dominábamos la pelota pero sin profundidad y sin herir a la defensa rival. Si no lo pagamos más caro es porque Cerrito jugaba peor, y se veía que no tenían la capacidad para abrir ellos mismos el marcador.
El partido se tornada por momentos desprolijo y aburrido, hasta que Cristóforo apareció metiendo un gran pase a Zalayeta que abrió el marcador antes del final de la primera parte. Una complicada primera parte, por méritos propios.
Pero para el segundo tiempo los jugadores se enchufaron y fue otra equipo el que entró a la cancha, los mismos jugadores, pero una actitud muy diferente. A eso se le sumo que Cerrito jugó peor en el fondo y no pudo aguantar ningún ataque de Peñarol. Sólo faltaba que cayeran los goles.
Y ahí apareció el pibe Silva, que venía peleado con el arco, logró de cabeza tras buen centro de Pedro marcar el segundo y liquidar el partido con mucho tiempo por delante. Pocos minutos después otra vez Silva que recibió una gran habilitación de Zalayeta, marcó su segundo gol personal y el tercero del partido con sombrerito incluido al portero rival.
El 3 a 0 se iba ajustando al trámite del encuentro, pero todavía queda tiempo para más, porque Peñarol siguió arrollandó a su rival en la cancha y no se descansó en el abultado marcador. El cuarto gol fue una obra maestra que la comenzó el juvenil MacEachen y la terminó el mismo, después de que la pelota pasara por los pies de Cristóforo, Zalayeta y Pedro; le pegó contra el palo para debutar en las redes de Primera División. Fue el lujo que le faltaba al partido.
Pero Pedro no se quería despedir del Apertura sin festejar su sexto gol y bailar como había prometido, por lo que tras un penal que le convierten a Cristóforo, marcó la lotería, y su sexto gol del Torneo.
Ahora solo queda esperar. Nos vamos a dormir punteros.
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