Atl. Nacional 3-0 PEÑAROL - ¿Y el honor?

Ya sin chances de pasar a la siguiente ronda Peñarol debía enfrentar de visitante, al rival que nos propino una  de las mayores goleadas recibidas en el Centenario por Libertadores. Si bien fuimos a jugar con un equipo mixto del cual poco se podía esperar, todos en la previa coincidieron: "Jugamos por el honor".

El equipo colombiano dominó la pelota en todo momento y Peñarol solo atinó a esperar atrás. La única razón por la que no hicieron el gol al minuto de juego fue porque se les ocurrió atacar por primera vez a los 6'. El equipo local jugó a menos de media máquina e hizo lo que quiso.
Un tiro libre "cerca" y dos pelotas en el travesaño de Mora fue lo más cerca de Peñarol, pero fueron jugadas totalmente aisladas.
El segundo de los colombianos llegó en un tiro libre donde la gran responsabilidad, más allá de la buena definición, es de la barrera que no salta pasando la pelota entre las cabezas de Maxi y Mora.
Peñarol careció de cualquier intento de jugar al fútbol y hacer dos pases seguidos se transformó en la prioridad número uno.
Más tarde llegó el tercero ante otra pasividad defensiva que terminó de liquidar en el marcador lo que ya estaba liquidado desde el inicio del partido en la cancha.

Porque lo que más molestó no fue que se jugara mal. Es lógico teniendo en cuenta que jugábamos con jugadores sin fútbol y encima ante un rival que ya sabíamos por experiencia propia que era muy superior a nosotros.
Lo que más rompe los ojos es ver a jugadores que una vez que al fin les llega su chance de vestir la Oro y Carbón, no hagan nada para tratar de merecerlo. Muchos de ellos jugaron sin ganas, sin huevos, y eso en Peñarol es inadmisible, así estemos eliminados hace veinte partidos. Dejaron pasar una gran chance para hacerle ver al cuerpo técnico y a la gente que sí están a la altura de Peñarol.
Muchos de ellos ayer firmaron su "sentencia de muerte" en este equipo. Solo les queda concurrir a los entrenamientos hasta el final de la temporada para luego hacer las valijas y despedirse para no volver.

Otro aspecto que no se entiende es el "miedo" con el que salió el equipo a la cancha. ¿Porqué esperar tanto al rival atrás si no nos jugábamos nada? ¿Porqué no intentar atacar un poco más si no había nada que perder? Podrán decir que sabiendo que era difícil ganar lo importante era tratar de recibir la menor cantidad de goles. Si, pero nos hicieron tres, ¿dónde está la ventaja de jugar a no atacar y que te goleen?.
Creo que en este punto el Polilla se equivocó en el planteamiento y debía haber tratado de dejar una mejor imagen, más allá de que costara perder por un gol más.

No se puede sacar conclusiones en cuanto al equipo en lo futbolístico, pero si creo que se pudo ver que no solo se perdió en el marcador, sino que se perdió en actitud. Se perdió el "honor" del que tanto hablaron en la previa y que no hicieron nada por defenderlo adentro de la cancha. Algunos jugadores se salvan pero la mayoría debe cambiar la mentalidad de "cuadro chico" a la de "A LO PEÑAROL" o de lo contrario...